En el marco del Día Internacional de la Lengua de Señas, la profesora María Carolina Verrastro, docente de la Escuela Especial Hellen Keller de Corrientes, entrevistada por Otras Miradas, que emite InfoDRadio 106.3 FM, con la conducción de María Elba Mohando, ofreció una serie de reflexiones sobre el valor de esta lengua en la vida cotidiana y la importancia de comprender sus características fundamentales.

Destacó que se trata de un idioma con plena validez, aunque con particularidades propias que lo diferencian de las lenguas orales.

La docente remarcó que “las lenguas de señas no son universales”, sino que varían según el país e incluso según las regiones. Señaló que cada comunidad sorda desarrolla su propia forma de comunicación, con diferencias comparables a los dialectos que existen en el español. En Argentina, ejemplificó, hay expresiones propias de cada provincia, lo cual también ocurre en la lengua de señas.

Verrastro explicó que esta lengua “es ágrafa”, lo que significa que no posee escritura. Su estructura es puramente “viso-espacial” y se desarrolla en un espacio delimitado, desde la cintura hasta la cabeza. La gramática que utiliza es diferente de la de las lenguas orales, ya que una seña puede abarcar toda una idea, mientras que en español esa misma noción se expresaría de manera distinta. Por esa razón, aclaró que los intérpretes deben “interpretar” el mensaje y no traducirlo literalmente.

La docente destacó también que cada vez más personas se interesan en aprender lengua de señas. Afirmó que “cada vez hay más más personas interesadas” y que muchas instituciones educativas buscan introducir esta enseñanza en las aulas. A su entender, lo ideal sería que se promoviera desde la infancia, en el nivel inicial, para favorecer la comunicación inclusiva en la sociedad y reducir las barreras que enfrentan las personas sordas en la vida cotidiana.

INCLUSIÓN Y ACCESIBILIDAD EN LA VIDA COTIDIANA

En relación con el acceso a la información, Verrastro valoró la presencia de intérpretes en los medios de comunicación, pero subrayó la necesidad de extender esta práctica a otros ámbitos. “Cuantos más intérpretes haya, no solamente en los espacios de TV, sino también en lugares públicos, mejor va a ser la interacción y la comunicación”, afirmó. Indicó que en dependencias como bancos, municipalidades o centros de salud muchas veces se registran dificultades porque no hay personal capacitado ni intérpretes disponibles.

La profesora insistió en que la verdadera inclusión requiere una participación activa de la sociedad. En sus palabras, “nosotros tenemos que involucrarnos un poco en lo que significa la discapacidad”, recordando que con frecuencia se espera que la persona con discapacidad se adapte a la sociedad, sin que esta última haga esfuerzos para adaptarse a sus necesidades. Describió a la sordera y la hipoacusia como “la discapacidad más invisible” y al mismo tiempo una de las más complejas, ya que afecta la comunicación.

Consultada sobre estadísticas en la provincia de Corrientes, indicó que “no, porque en el último censo no especificaba la discapacidad, entonces no hay un número real”. La falta de datos concretos impide conocer la cantidad de personas sordas o hipoacúsicas, lo que dificulta la planificación de políticas públicas adecuadas para esta población.

En cuanto a la educación, explicó que muchos niños sordos son equipados con audífonos o implantes cocleares, lo que facilita su incorporación en escuelas comunes. Sin embargo, advirtió que un estudiante que depende exclusivamente de la lengua de señas “no puede ser incluido en la educación común porque necesitaría un intérprete todo el tiempo”, algo que en la práctica resulta difícil de garantizar.

Respecto del acceso a audífonos e implantes, aclaró que depende en gran medida de las obras sociales y de la decisión de las familias. Los audífonos son externos y más accesibles, mientras que los implantes requieren intervención quirúrgica y estudios previos. “No todos son aptos para ser operados”, explicó, pero señaló que la mayoría de los niños puede acceder a audífonos, aunque los trámites suelen ser prolongados y desgastantes para las familias.

ENSEÑANZA Y TRANSMISIÓN DE LA LENGUA DE SEÑAS

La docente subrayó que el aprendizaje de la lengua de señas debe tener un enfoque comunitario y cultural. Recomendó que las personas interesadas “busquen un curso que esté dictado por una persona sorda”, ya que la lengua es patrimonio de esa comunidad. Según destacó, “la lengua es del sordo”, por lo que la transmisión directa asegura un aprendizaje más fiel y respetuoso.

Mencionó que en Corrientes existen propuestas concretas, como los cursos dictados en la Escuela de Oficios de calle Mendoza, a cargo de una docente sorda y otra hipoacúsica. Allí se ofrecen dos niveles: un curso básico, orientado a quienes se inician, y un nivel avanzado, que profundiza en la gramática y la conversación.

Verrastro valoró que estas iniciativas estén disponibles en la ciudad, pero reiteró que lo fundamental es que el interés por aprender lengua de señas se generalice. “Ojalá que todos quieran aprender y que todos se incluyan en cursos de lenguas de señas que hay por todos lados”, expresó.

Verrastro insistió en que la difusión de la lengua de señas contribuye a derribar prejuicios y miedos frente a la comunicación con personas sordas. Resaltó que muchas veces los oyentes no saben cómo reaccionar ante una persona sorda, lo que genera barreras adicionales.