La concejala Rocío Báez, entrevistada en El Radar, que se emite todos los domingos de 11 a 13 horas por InfoDRadio, con la conducción de Facundo Sagardoy, explicó detalles sobre la ampliación del cupo de pasajes gratuitos para personas con discapacidad en la Ciudad de Corrientes. Destacó el deber de garantizar el acceso al transporte para actividades educativas, terapéuticas, recreativas y religiosas, y precisó qe la medida alcanzará a más de 32.000 personas tienen el Certificado Único de Discapacidad (CUD) en Corrientes.
En una ciudad en movimiento, el derecho a la movilidad no puede ser un privilegio. Es, ante todo, una condición básica para la participación plena en la vida social, educativa, laboral y cultural. Garantizar el acceso al transporte público para las personas con discapacidad no solo implica una respuesta técnica o administrativa: es una decisión política que interpela nuestra idea de comunidad y equidad.
Frente a un escenario complejo, marcado por la reducción de subsidios nacionales, el Municipio de Corrientes ha decidido ampliar la cantidad de pasajes gratuitos diarios para personas con discapacidad, atendiendo a casos puntuales que requieren un acompañamiento más intensivo. Esta medida, que representa una inversión significativa en términos financieros, se presenta también como un gesto claro de inclusión y compromiso con los sectores más vulnerables.
En El Radar conversamos con la concejal Rocío Báez, referente en temas de políticas públicas y derechos sociales, para conocer en profundidad los alcances de esta medida, el proceso de implementación y los desafíos que plantea pensar una ciudad más justa y accesible para todos.
Bienvenida, Rocío, y gracias por acompañarnos.
—Edil Rocío Báez, inclusión, transporte accesible en Corrientes. ¿Cómo se gestó esta decisión de ampliar la cantidad de pasajes gratuitos para personas con discapacidad?
—Bueno, se gestó a raíz de la gran problemática derivada de la restricción de los dos boletos o pasajes gratuitos y libres para personas con discapacidad. Al restringirse, presentamos, en conjunto con el concejal Yamandú Barrios, un proyecto de resolución que sería un pedido de informe, solicitando información a la Subsecretaría de Transporte y de Movilidad Urbana de la Municipalidad para conocer de primera mano la situación actual que motivó esa restricción. Consultamos qué se tuvo en cuenta a la hora de limitar estos boletos. Se tomaron en cuenta los datos de la Agencia Nacional de Discapacidad respecto a la cantidad de personas con discapacidad que tenemos en Corrientes, considerando los Certificados Únicos de Discapacidad emitidos en la provincia. También evaluamos qué posibilidades estaban analizando para dar una solución viable a esta cuestión que realmente nos tenía bastante preocupados, ante las demandas que veníamos recibiendo a través de notas y presentaciones de vecinos que venían de barrios muy alejados al centro de la ciudad. Nos planteaban reclamos y situaciones que vivían día a día para poder trasladar a sus familiares con discapacidad a terapias, escolaridad doble, actividades recreativas o deportivas. Esto implicaba dos pasajes de colectivo para ir y dos para volver, totalizando cuatro pasajes solo en la mañana, y otros cuatro en la tarde, como mínimo. Mediante estas consultas y teniendo en cuenta el informe que se solicitó a la Agencia Nacional de Discapacidad para conocer cuántas personas cuentan con el CUD, tuvimos un dato importante: 32.765 personas actualmente tienen el Certificado Único de Discapacidad tramitado en Corrientes. Y esto solo considerando las personas que se acercan a la Junta Evaluadora a emitirlo, ya que el trámite es libre y gratuito, pero no obligatorio. Además, sabemos que muchos padres no lo tramitan para evitar etiquetas a los niños, ya que obtener el CUD puede implicar barreras sociales, incluso al inscribirlos en una escuela común, donde tienen derecho a una educación inclusiva. Para mí era sumamente importante tener estos datos actualizados. Con la concejal conversamos en numerosas oportunidades e impulsamos iniciativas para lograr una educación más inclusiva, llevando el paradigma de la inclusión también al ámbito urbano, como en este caso con la ampliación del cupo de pasajes para personas con discapacidad.
INCLUSIÓN, EQUIDAD Y DIVERSIDAD


—¿Cuál fue el rol del Concejo Deliberante en este proceso?
—Este proyecto del que les hablaba es un proyecto de resolución que llevó esta inquietud al Poder Ejecutivo. Lo presentamos de manera conjunta con el concejal Barrios y, paralelamente, se realizaron reuniones con familiares de personas con discapacidad y con una asociación civil. En esas reuniones se evaluó la situación, incluyendo el costo que afrontaba la Municipalidad. En reuniones con la Subsecretaría de Transporte, el doctor Lisandro Rueda nos manifestó que solventar de manera ilimitada estas gratuidades estaba afectando la sustentabilidad del sistema de transporte público. También detectaron desde el Ejecutivo usos extremos o indebidos, con 30 o hasta 49 pasajes en algunos casos, lo que generaba un desequilibrio en el sistema. A partir de esa primera reunión, comenzamos a dialogar también con el área de Hacienda y con la Subsecretaría de Inclusión Social, a cargo de la doctora Mariana Montes, para evaluar posibles soluciones que mantuvieran el equilibrio del sistema y, al mismo tiempo, garantizaran el espíritu de la Ley 22.431 y la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, así como la ordenanza local que garantiza a este colectivo el acceso a pasajes gratuitos para su plena integración en todos los ámbitos de la vida diaria.
—¿Cómo funciona la comisión evaluadora que analiza los pedidos de ampliación?
—Bien, esta comisión está integrada por la subsecretaria de Inclusión Social, Mariana Montes; el secretario general de Gobierno de la Municipalidad, el doctor “Cuqui” Calvano; el secretario de Transporte y Movilidad Urbana, Sladek; y el doctor Lisandro Rueda, de la Subsecretaría de Transporte. La comisión ya está constituida. El viernes pasado atendieron un par de casos en Belgrano 2157. Allí van a recibir a cada persona que solicite más de los ocho boletos diarios otorgados. Con un simple formulario, deberán detallar sus necesidades diarias. Por ejemplo, si tienen actividades recreativas los domingos —ya que la restricción era de lunes a sábado— ahora también se contemplan pasajes para domingos, actividades de ocio y de culto. Una gran demanda vino, por ejemplo, de la Asociación Católica de Sordos, quienes nos comentaron que la comunidad sorda concurría los domingos a la Iglesia Pompeya, donde se celebra la única misa con intérprete de lengua de señas. Entonces, previendo esta situación, se extendió la cobertura a los domingos. Las familias que concurran a la Subsecretaría de Transporte podrán expresar en la comisión su necesidad de ampliar los pasajes para esos días y por razones diversas: recreativas, deportivas, educativas, etc., garantizando así la plena integración diaria.
—¿Qué mecanismos de control espera aplicar el municipio para que estos cupos lleguen efectivamente a quienes lo requieren y se amplíe su alcance?
—Lo que me comunicaron es que buscan implementar un sistema de control sistematizado de los boletos gratuitos. Consulté especialmente para evitar burocracias en la agilización del formulario. Me informaron que, simplemente con el número de tarjeta SUBE y el DNI, se acreditarán los boletos necesarios según lo que expongan en el formulario: razones asistenciales, familiares, recreativas, de ocio o educativas. La modalidad será presencial, en Belgrano 2157, con la SUBE y el DNI.
“Es una comunidad que merece el respeto por la igualdad de oportunidades”
—Desde su campaña viene bregando por los derechos de las personas con discapacidad, haciendo foco en inclusión, integración, tanto en aspectos urbanos como educativos. ¿Qué importancia tiene esta medida en relación con su enfoque de políticas públicas inclusivas?
—Para mí tiene una gran importancia. Es una comunidad que merece el respeto por la igualdad de oportunidades. Se viene luchando desde hace años para conseguir normativas y derechos, como la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, que desde 2014 tiene jerarquía constitucional. No es menor que haya adquirido ese rango, y que Argentina se haya adherido ya en 2008. Me parece fundamental sostener estos derechos ante cualquier intento de reducirlos. Trabajo mucho en políticas públicas, en proyectos de ordenanzas sobre esta temática. Estoy realmente muy comprometida, porque además de ser concejal también soy madre. Tengo un hijo con discapacidad, vivimos estas situaciones todos los días, y eso me hace aún más empática con las personas que atraviesan estas realidades junto a un familiar. Por eso, todas las políticas públicas que podamos sumar desde nuestra banca van a ser importantes para quienes viven situaciones similares.
—La edil forma parte de CICO, la fuerza política que integra. ¿Este hecho puede servir de ejemplo para otras ciudades de la región?
—Desde CICO también estamos llevando talleres al interior, abordando lo que se viene logrando a través de legislaciones, la convención, ordenanzas. Por ejemplo, el año pasado impulsamos una ordenanza sobre el símbolo de accesibilidad universal, establecido por la ONU en 2015. Es muy importante implementarlo no solo en Capital sino también en el interior. Este símbolo puede aplicarse en la señalética de estacionamientos, baños públicos, comercios o cualquier lugar accesible. Ayuda a desterrar la vieja señalética de la persona en silla de ruedas, que ya está en desuso, ya que no representa todas las discapacidades. Hay muchas que no son visibles: una persona con autismo, por ejemplo, necesita estacionar en un lugar accesible, y el símbolo universal refleja esa diversidad.