En el centro de la ciudad de Corrientes, sobre la esquina de 9 de Julio y San Juan, se levanta el nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes (MACC), una obra que se perfila como uno de los hitos culturales más relevantes de las últimas décadas en la provincia. Impulsada por el Gobierno provincial, la construcción combina modernización urbana, rescate patrimonial y proyección cultural de gran escala.
El MACC está ubicado en un edificio histórico que originalmente funcionó como sede bancaria a principios del siglo XX. La propuesta inicial contemplaba una demolición parcial, pero durante las primeras intervenciones se hallaron elementos arquitectónicos de valor patrimonial que motivaron un cambio de enfoque. “Cuando hicimos el proyecto ejecutivo no pensábamos que encontraríamos estructura de valor histórico”, explicó el arquitecto a cargo de la obra, Alfonso Asensio Albino. El hallazgo derivó en una restauración casi artesanal.
El proyecto forma parte de un conjunto más amplio de intervenciones urbanas, entre las que se cuentan la remodelación integral de la Plaza Libertad y la reconstrucción del edificio de La Unidad. Todas ellas se inscriben en el plan de transformación urbana impulsado por el gobernador Gustavo Valdés, quien apuesta a reconfigurar el espacio público desde una perspectiva cultural y sostenible.
CONSERVACIÓN Y SUSTENTABILIDAD



El rescate del patrimonio edilicio ha sido uno de los ejes centrales del MACC. La estructura original, de estilo italiano con mampostería y hierro, fue cuidadosamente conservada. “La obra tiene mucho trabajo de restauración, prácticamente artesanal”, señaló Asensio. Se conservaron techos abovedados, muros originales y perfiles metálicos centenarios, algunos de los cuales fueron reutilizados para fabricar mobiliario urbano y elementos estructurales del museo y sus servicios gastronómicos.
La sustentabilidad también se integró al diseño arquitectónico. Todos los materiales recuperados se reutilizaron dentro del propio proyecto. Las vigas de hierro rescatadas, por ejemplo, fueron empleadas en la barra del restaurante ubicado en el cuarto piso. “El concepto de arquitectura sustentable está de la mano de esas acciones. No tiramos nada de la obra, lo recuperamos y lo ponemos en valor”, afirmó el arquitecto.
El museo contará con sistemas de automatización para regular climatización, iluminación y seguridad. Además, se incorporaron vidrios especiales para controlar el ingreso de luz natural, una condición clave para la preservación de obras de arte. Estas medidas permiten que el edificio cumpla con normativas internacionales, alineándolo con estándares museológicos de gran escala.
UN NUEVO ESPACIO PARA EL ARTE CONTEMPORÁNEO
El MACC tendrá una superficie total de 4.200 metros cuadrados distribuidos en cinco niveles, tres de ellos nuevos sobre la estructura original. De ese total, 1.300 metros cuadrados estarán dedicados a salas de exposición con paredes de hasta cinco metros de altura, lo que permitirá alojar tanto muestras itinerantes como colecciones permanentes. “Tiene todas las características necesarias para acompañar la llegada de colecciones de grandes museos de la Argentina”, explicó Asensio.
Entre las novedades que ofrece el edificio se encuentran un auditorio con capacidad para 100 personas, dos ascensores de última generación y un montacargas de gran porte que se conecta directamente con el Pasaje Agustín González. Esta logística facilitará el traslado de piezas de gran volumen con acceso vehicular directo, una infraestructura inusual en museos de similares características.
El edificio también contará con espacios de uso mixto: en planta baja funcionará un bar orientado hacia la plaza Vera, mientras que en el cuarto piso se instalará un restaurante con vista panorámica.
Los pliegos para la concesión de estos servicios pueden adquirirse hasta el 12 de junio, y la apertura de ofertas se realizará el 11 de julio en Casa de Gobierno. Las autoridades del museo podrán comenzar a operar en el edificio a partir del 31 de julio.