La Coordinadora del Proyecto Iberá de Rewilding Argentina y miembro del Comité Iberá, Marisi López dialogó con “El Radar”, que se emite todos los domingos de 11 a 13 horas por InfoDRadio 106.3 FM, con la conducción de Facundo Sagardoy, sobre los avances y desafíos de la conservación en los Esteros del Iberá y El Impenetrable Chaqueño.
Hoy, en El Radar, tenemos el honor de dialogar con Marisi López, Coordinadora del Proyecto Iberá de Rewilding Argentina y miembro del Comité Iberá. A través de su labor en la Fundación Rewilding Argentina, Marisi ha sido una pieza clave en el impulso de la conservación de dos de los ecosistemas más ricos y amenazados de nuestro país: los Esteros del Iberá y el Impenetrable Chaqueño.
La conservación no es solo un acto de preservación, sino un verdadero compromiso con el futuro de la biodiversidad, un esfuerzo por recuperar especies autóctonas y restaurar los hábitats que han sido vulnerados por décadas. En esta entrevista, exploraremos las acciones concretas que lleva adelante la Fundación, los retos que enfrenta la conservación en estos territorios y cómo estos esfuerzos tienen un impacto directo en el desarrollo local, en la sostenibilidad de la región y en la identidad cultural de los pueblos que habitan estos espacios.
Con Marisi López, profundizamos en los desafíos y logros del rewilding en Iberá y El Impenetrable, dos proyectos que, más allá de su trascendencia ecológica, simbolizan un nuevo horizonte para la Argentina.
—Marisi López, para poder hablar, es un orgullo poder hablar con ella, la verdad, sobre las acciones de conservación que impulsa la Fundación Rewilding en Iberá y en el Impenetrable. Hoy en El Radar tenemos —repito— el honor de poder dialogar con Marisi López, que es coordinadora del proyecto Iberá de Rewilding Argentina y miembro del Comité Iberá. A través de su labor en la Fundación Rewilding Argentina, Marisi… bueno, Marisi es una pieza clave en el impulso a la conservación de dos de los ecosistemas más ricos y amenazados en nuestro país: los esteros del Iberá y el Impenetrable chaqueño.
—En la acción de la Fundación Rewilding, la conservación no solo es un acto de preservación, sino un compromiso con el futuro de la biodiversidad, un esfuerzo por recuperar especies autóctonas y restaurar hábitats que han sido vulnerados por décadas. En esta entrevista exploraremos las acciones concretas que lleva adelante la Fundación, los retos que enfrenta la conservación en los territorios y cómo estos esfuerzos tienen un impacto directo en el desarrollo local, en la sostenibilidad de la región y en la identidad cultural de los pueblos que habitan en estos espacios. Por eso la convocamos a Marisi para profundizar sobre los desafíos y los logros del Rewilding en Iberá y en el Impenetrable, dos proyectos que, más allá de su trascendencia ecológica, simbolizan un nuevo horizonte para la Argentina.
—¿Estás en comunicación, Marisi?
—Hola, buenos días. Muchas gracias por esta excelente presentación. Muchas gracias, no solo es un preludio a la conversación, sino también un breve repaso sobre la lógica de trabajo dentro de la Fundación Rewilding.
—Podría decir que es una fundación de referencia a nivel internacional, pero creo que desmenuzar por ahí el porqué, el porqué de las cosas y el cómo se llega a ese grado de prestigio internacional es fundamental para poder entender por qué estamos también disfrutando de los beneficios de este trabajo, como el de la Fundación. Pero para poder comenzar desde un punto cero, desde acá, desde el punto cero… La primera pregunta que te hacemos, Marisi, es si podemos hacer un repaso de qué es exactamente hoy el proyecto Iberá y cómo surgió la iniciativa de Rewilding Argentina en esta región.
—Bueno, cómo no, con mucho gusto. Comenzamos a trabajar como fundación hace más de 20 años en la provincia de Corrientes. La Fundación Rewilding nace de los Tompkins, el matrimonio de Douglas y Kristine Tompkins, que son de Norteamérica, que tenían una fundación llamada *Tompkins Conservation* y que se enamoran de Iberá en un vuelo, en un viaje que hacen a fines de los 90 y deciden instalarse en Corrientes para trabajar por la preservación de los esteros del Iberá. Comienza así una fundación en Argentina que en ese momento se llamaba CLT, de Conservation Land Trust, y empezamos a trabajar con este norte, con este objetivo de recuperar los esteros del Iberá, que habían sido un lugar increíble en Corrientes, pero que estaban defaunados, es decir, la caza había hecho que muchas especies desaparecieran. Los pueblos de alrededor de Iberá eran pueblos que estaban muy postergados, que no tenían mucho desarrollo. Los jóvenes de estos pueblos tenían que irse para buscar alternativas de estudio o de trabajo. Era otro lugar, y todo era producto de ese Iberá que estaba empobrecido. Así que fue así que, con la fundación, nos instalamos… Yo soy correntina pero empecé a trabajar en la fundación hace un poquito más de 20 años. Nos instalamos primero en Colonia Carlos Pellegrini, acceso a Iberá, que ya venía trabajando en el desarrollo del área turística, y empezamos a trabajar en todo Iberá, no solamente en Carlos Pellegrini, sino en toda la vuelta completa de Iberá, que comprende 10 pueblos, para volver a tener ese esplendor de años atrás.
Y este trabajo significa no solamente traer de vuelta las especies, que es por ahí por donde somos más conocidos a través de esa herramienta que es el rewilding, traer las especies extintas, sino también trabajar en producción de naturaleza, un modelo que se desarrolló con la fundación, que significa volver a tener todo lo que teníamos de manera natural y cultural, todos esos valores naturales y culturales, para que eso genere mayor empleo en la zona, lo que significa también mayor dignidad, mayor orgullo por lo nuestro, y ese desarrollo local ayude al crecimiento de los pueblos. Entonces empezamos a trabajar con este modelo de producción de naturaleza, que implica cuatro ejes, cuatro patas. Uno es tener áreas protegidas, así que se fueron comprando tierras para después donarlas a la Nación o a la Provincia y crear parques nacionales o provinciales. El otro eje —bueno, y esos parques que estén protegidos— ahí el gobierno de la provincia de Corrientes trabaja mucho en las leyes para garantizar la protección de estas áreas en el largo plazo. Otro de los ejes es trabajar con ecosistemas completos, y ahí es trabajar con todo lo que sea traer de vuelta a las especies extintas —esto que me decías vos, que es el *rewilding*— tener ecosistemas con todos sus exponentes en presencia, en buena presencia. Otro de los ejes es trabajar con una nueva economía, una economía regenerativa, que no sea extractiva, que sea una economía que genere, además de ingresos por supuesto, que genere conservación y protección. Y el cuarto eje, que es el trabajo con las comunidades: todo lo que hacemos para trabajar con los vecinos al parque para que sean los primeros beneficiados en este nuevo tipo de producción y que se conviertan en guías, en cocineros, en artesanos, que tengan alojamiento, posada y que puedan ofrecer servicios y productos y generar beneficios e ingresos a través del turismo de naturaleza que se da en el parque Iberá.
“El objetivo principal es tener un ecosistema completo y saludable de manera natural”
—Marisi, ¿cuál es el principal objetivo de la Fundación en la región hoy como punto estratégico de *rewilding*?
—Bueno, es un poco esto que te decía de tener de vuelta el ecosistema completo, porque creemos que para que un área esté protegida en el largo plazo, tiene que tener su ecosistema completo, o lo más completo posible, con menos interacción humana. Es decir, que de manera natural sea un ecosistema que sea sostenible en el tiempo, que se vaya regulando solo. Para eso es fundamental que el ecosistema esté lo más completo posible y que esté el predador tope, que en este caso en Iberá es el yaguareté, tanto en Iberá como en el Impenetrable. Entonces, si el depredador tope, que es el que está arriba de toda la cadena trófica, está presente, regula hacia abajo y equilibra. Entonces ya no hace falta que estemos nosotros como humanos controlando ese ecosistema para que sea saludable, para que sea funcional, sino que la misma naturaleza se va a encargar de equilibrar y de tener la salud necesaria. Entonces nuestro objetivo principal es tener ese ecosistema completo y saludable de manera natural, y que eso solo vaya generando mayor empleo en la localidad, y el mayor empleo significa que esos vecinos del parque se van a convertir en los guardianes, en los conservacionistas de ese recurso natural.
—Para hacer un repaso, Marisi —puede ser un concepto nuevo para muchos nuevos oyentes también— el rewilding, ¿cómo explicarías este concepto a quienes no están familiarizados con la conservación y la restauración de los ecosistemas?
—El rewilding es una herramienta de conservación, pero de conservación activa, porque hay diferentes formas de concebir o de ver la conservación. Una forma es generar un área protegida y cerrar las puertas, conservar lo que quedó adentro, pero no se va a regenerar. Si algo se perdió, no va a volver solo. Algunas cosas sí: al recuperar un hábitat, vuelven, por ejemplo, aves. Pero hay muchas otras cosas, o muchos otros animales, que no van a volver solos porque ya están extintos a nivel provincial o a nivel nacional. Para dar un ejemplo, el yaguareté estaba extinto en toda la provincia de Corrientes, y el guacamayo rojo estaba extinto en todo el país. Entonces, no va a volver solo por más que protejamos los bosques.
Pero a través del rewilding, que es esta herramienta que permite traer de vuelta las especies extintas, se puede ayudar a recuperar ese ecosistema a través de traer de vuelta esas especies. Entonces, de esa manera, se genera ese ecosistema completo y, como te contaba antes, funcional, con un sentido que es regular el ecosistema para que sea saludable y que no genere problemas de, por ejemplo, plagas, pandemias, problemas de salud que salgan del ecosistema y que después terminen afectando también a los humanos. Entonces, el *rewilding* es esa herramienta que permite recuperar un ecosistema para que sea completo, que sea saludable y que sea funcional.
“El yaguareté regula y equilibra el ecosistema desde la cima de la cadena trófica”
—¿Qué especies autóctonas se han logrado reintroducir en Iberá y qué resultados han obtenido de estas reintroducciones dentro de la biodiversidad local? El yagüereté.
—Sí, el yagüereté es el emblema y es el depredador tope, es el gran felino, es el felino más grande y más importante de Iberá, pero no solamente Iberá, sino de América. Los resultados, por ejemplo, el yagüereté estaba extinto de toda la provincia, no había ni un solo yagüereté, cero, nada, nada, por más de 70 años. En el 2015 trajimos una primera hembra y empezamos a trabajar en reintroducir otros yagüeretés y en que se reproduzcan, en que tengan cachorros ya nacidos en Iberá y hoy, a principios del 2025, sabemos que hay entre 35 y 40 yagüeretés ya libres en Iberá, ya que caminan libres, producto de esta recuperación del yagüereté.
Pero también estamos trabajando con osos hormigueros gigantes, con guacamayos rojos, pecarí de collar, venado de las pampas, muitú, otras especies que estaban o en muy baja representación o que estaban completamente extintas de la provincia y que hoy volvieron y que hacen a este ecosistema completo. Y en el caso del impenetrable, por ejemplo, el yagüereté no estaba extinto como en corrientes, en Chaco había registros de algunos pocos ejemplares, entonces lo que hicimos fue primero conocer qué ejemplares había, pusimos cámaras trampa, logramos ver que había algunos ejemplares, logramos capturarlos por un ratito para ponerle un collar de seguimiento y después que sigan libres pero que nos den información y con esa información vimos que los pocos yagüeretés que habían en el Chaco eran machos, entonces no iban a lograr reproducirse y generar una población. Así que lo que hicimos en impenetrable fue llevar hembras y liberar hembras, incluso algunas de verá, para que esas hembras se encuentren con los machos que ya existen ahí y de esa manera se pueda aumentar la población.
También en el Impenetrable estamos trabajando con tortugas yabotí, que es una tortuga grande terrestre, la más grande terrestre de Argentina, que estaba extinta, ahora ya hay de vuelta tortugas yabotí y nos queda seguir trabajando con venado de las pantas, ciervo de los pantanos, guanacos, que son todos los herbívoros que desaparecieron del impenetrable pero que supieron habitar años atrás.
—¿Cuáles fueron los mayores desafíos o obstáculos que lograron enfrentar y superar en la implementación de este modelo, dada la amplitud de la región, que tiene diversas jurisdicciones, etcétera?
—Sí, tuvimos varios desafíos, sobre todo desde el principio, porque veníamos con un modelo nuevo, una estrategia innovadora de conservación. Sobre todo empezar en una provincia como Corrientes, que es una provincia tradicionalista, antigua, con una manera de hacer las cosas, donde la conservación todavía no era un concepto conocido. No solo en Corrientes, sino en toda la Argentina había que explicar y traer lo que es la conservación activa y el rewilding.
Así que los primeros obstáculos, o desafíos, fueron hacer entender a la ciudadanía de qué venía esto, que no es algo conocido, traer ejemplos de otros lugares del mundo para mostrar cómo ya se estaba implementando el *rewilding* en otros lugares, y empezar a trabajar todos juntos.
Había algunos indicios de trabajo de la provincia, entonces el desafío fue implementar una metodología de trabajo que sea compartida para poder potenciarnos y trabajar mejor, y así fue.
Una vez que empezamos a trabajar en conjunto con diferentes asociaciones, fundaciones, incluso con el gobierno, el trabajo se hizo más fácil y más rápido, porque, bueno, aunamos esfuerzos y fuimos todos con el mismo objetivo. Uno de los principales desafíos de la conservación siempre es la financiación.
“Queremos que los vecinos del parque sean los primeros beneficiados del desarrollo local”
—¿Cómo se financian estos proyectos? ¿Cuál ha sido la respuesta de la sociedad civil a lo largo del tiempo, y de otras organizaciones en términos de apoyo, inclusive el gobierno? ¿Cómo evaluás esta evolución, Marisi?
—Sí, el tema de la financiación es un tema difícil, porque todos estos proyectos lamentablemente necesitan de mucho aporte.
Traer animales significa toda la logística: tener los corrales de presuelta hasta que se liberen, los equipos especializados, los collares de telemetría para poder hacer el seguimiento, mucha tecnología, que, bueno, eso cuesta también, y después mucha gente, mucho personal en territorio, que por supuesto hay que poder afrontar los gastos que eso significa.
Así que nosotros, como fundación, tenemos todo un sistema de financiamiento con organizaciones, la mayoría extranjeras, que aportan para la conservación.
Entonces tenemos todo un equipo de gente que hace *fundraising*, que es buscar fondos, sobre todo en Europa, en Estados Unidos, donde tenemos que mostrarles los proyectos, convencerlos de lo importante que es salvar estos ecosistemas, conseguir esos fondos, después poder demostrar los logros y los avances que tiene cada uno de los proyectos, para de esa manera generar una rueda que sigan aportando, viendo los avances.
Y con el gobierno nacional y provincial lo que se hace es trabajar en conjunto. Quizás no son fondos los que aportan, pero sí la importancia de que sean políticas públicas sostenidas en el tiempo.
Entonces es más fácil trabajar cuando tenemos una seguridad o una garantía mediante leyes, por ejemplo, declarar monumento natural al yaguareté.
Esto significa que no se puede matar al yaguareté, entonces todos los esfuerzos puestos en recuperar al yaguareté van a estar garantizados por ley, de que van a subsistir, porque no se lo puede matar y porque está penalizada la matanza del yaguareté.
O declarar por ley la protección de un área en el Iberá o en el Impenetrable, que sea parque nacional, que sea parque provincial. Eso es súper importante, porque, de vuelta, todos los esfuerzos que pongamos en recuperar esta área van a estar garantizados en el tiempo mediante una ley.
Así que el aporte del gobierno, tanto sea provincial o nacional, para generar esas leyes de largo plazo, es fundamental para este tipo de proyectos.
“Hoy hay entre 35 y 40 yaguaretés libres en Iberá”
—A Ciencia Cierta, un proyecto con gran impacto en toda la región. Para pasar a otro plano de este proyecto, me gustaría reflexionar sobre cuál fue el impacto de la conservación del Iberá y del Impenetrable en las comunidades locales, algo de lo que la Fundación permanentemente habla en términos de empleo y de desarrollo sostenible. Un cambio de paradigma.
—Totalmente, un cambio de paradigma, una nueva economía basada en el turismo de observación de faunas silvestres. Aprovechar ese recurso natural tan grande que tenemos en Corrientes con el Iberá, o en el Impenetrable, en Chaco, para que la gente pueda llevar turistas que vengan a observar los carpinchos, los yacarés, algún día los yaguaretés, los guacamayos rojos, a disfrutar de esas experiencias de la naturaleza, andando en canoa, en kayak, a caballo. Entonces, aprovechar todos esos recursos para generar más empleo, para que sean los vecinos de estos parques quienes se capaciten y ofrezcan estos empleos y, de esa manera, también parar un poco la migración que tenían todos estos pueblos, que los jóvenes se tenían que ir, tenían que buscar posibilidades en otros lugares, y ahora, gracias a este turismo de naturaleza, los jóvenes tienen alternativas para estudiar en su propio pueblo, porque se abrieron tecnicaturas de turismo, de gastronomía, de biología y muchas otras en los pueblos del Iberá.
Eso permite que los jóvenes se puedan quedar en sus casas, estudiar ahí y que ya tengan una salida laboral en los parques. Permite una nueva economía en los pueblos, donde se generan mayores lugares de alojamiento, restaurantes, donde se revaloriza también la cultura, porque los turistas quieren ver lo típico, lo local, entonces se revalorizan las danzas, el chamamé, el folclore, un plato de comida típica. Todo eso va de la mano de esta nueva economía, esta nueva producción de naturaleza. Y nosotros como Fundación lo que hacemos es acompañar a estos jóvenes, pero también a gente mayor, hombres, mujeres, que quieren volcarse a este nuevo tipo de desarrollo local que generan los pueblos.
Los acompañamos con capacitaciones, con colaboración, con generar, hacer una asociación, a veces, no sé, un club de observadores de aves, hacemos club de naturaleza para que los jóvenes se vayan integrando a estas nuevas actividades y vayan teniendo trabajo a partir de esto, porque también entendemos que a más trabajo relacionado con la conservación, más conciencia de conservación van desarrollando. Entonces, ahora los pueblos que están alrededor del Iberá y los parajes alrededor del Impenetrable entienden que su recurso natural es el recurso que los turistas vienen a ver. Entonces lo empiezan a cuidar, son los guardianes del Iberá, son los que no permiten que haya cacería ilegal, porque saben que tener un yacaré vivo les genera mucho más ingresos que el yacaré muerto, que solamente se lleva el ingreso del cazador.
Entonces empiezan a ser conservacionistas, empiezan a ser guardianes de esos recursos porque saben que son los que les generan ingresos. Así que es una ecuación donde ganamos todos: nosotros como conservacionistas, porque tenemos un lugar conservado; los vecinos, porque tienen más trabajo; y más trabajo significa, como decíamos, más dignidad, más orgullo. Y también termina ganando la provincia entera, porque se genera un ciclo virtuoso de crecimiento, de desarrollo, a partir de, como decíamos, un área protegida bien conservada.
“Rewilding es una herramienta de conservación activa”
—Bueno, este escenario no solo se refleja en tus palabras, Marisi. También hay el reflejo del proyecto en España, hay diálogo con los proyectos de gran envergadura de restauración también en África, de referencias internacionales. El trabajo de la Fundación Rewilding también tiene diálogo, tengo entendido, con Uruguay para que se extienda el espacio de hábitat del yaguareté. Allá también ven como ejemplo el trabajo en Corrientes y en Chaco. ¿Cómo ves el impacto de este tipo de proyectos en la conciencia ambiental global, en la necesidad de tomar decisiones más concretas frente a las necesidades de los ecosistemas en este tiempo nuevo, en este siglo XXI?
—Sí, por suerte se está teniendo cada vez más conciencia. También ayuda la tecnología, que nos permite contar lo que hacemos más rápido y podemos aprender de otros lugares también más rápido. Así que la conciencia de conservación y la necesidad de conservación de nuestros espacios naturales se va expandiendo por los diferentes países, porque estamos enfrentando una etapa donde nos estamos dando cuenta de que, si no cuidamos a tiempo, nos quedamos sin recursos. Y quedarnos sin recursos significa quedarnos sin agua, agua potable, agua pura, agua dulce para consumir; quedarnos sin sombra, quedarnos sin monte, donde no solo viven las especies, sino que también se cubren unas necesidades fundamentales para la humanidad: tener sombra, tener oxígeno. Así que estamos enfrentando ese momento en el que, si no nos damos cuenta de que tenemos que cuidar nuestros recursos, nos quedamos sin nada. El cambio climático ya es una realidad, el cambio de temperaturas ya se puede notar, así que yo creo que estamos en una etapa donde empieza a haber más conciencia.
Y donde esta conservación activa, como bien decías, se está dando ya en otros países, en otros lugares. Estamos trabajando en conjunto, por ejemplo, ahora Iberá se convierte en el corazón de un corredor más amplio que incluye todo el norte de Argentina, desde las yungas de Salta y Jujuy hasta las selvas misioneras. Se convierte en un corredor de yaguareté. Estamos nosotros trabajando también desde la Fundación Rewilding en generar ese corredor y después también dar un salto más grande hacia Sudamérica. Ya estamos trabajando con países vecinos como Brasil, Bolivia, Paraguay, para generar corredores de fauna, para conservar los ríos, que son los lugares por donde se pueden mover los yaguaretés y otras especies, y empezar a pensar un poquitito más grande, más regional, lo que está haciendo, lo que está pasando en Iberá, que sea modelo para escalar a un nivel más grande como Sudamérica. Y eso, bueno, está dando ahora sus primeros pasos, pero auguramos un buen resultado porque hay voluntad de todos los países de trabajar en conjunto.
—Muchas gracias, Marisi, por la comunicación. Yo siempre, entre colegas, cuando hablamos, vemos el Boletín Oficial y, por ahí, veíamos antes —cuando Yacyretá, el paso de Yacyretá, estaba cerrado—, veíamos las autorizaciones del paso para la fauna y decíamos: están autorizando que pase un ejemplar de una especie para seguramente reproducir. Ahí está el trabajo silencioso, no nos lo decía la publicidad, no nos lo decía nada. Decían las autorizaciones de los actos administrativos del gobierno de la Nación que, bueno, autorizaba pasar… El trabajo silencioso de la Fundación Rewilding que continúa ahí, en territorio. Nosotros hoy hacemos una entrevista y te agradecemos muchísimo la comunicación, tomarte estos minutos de domingo para poder reflexionar con nosotros sobre estos temas, Marisi.
—No, por favor, muchas gracias a ustedes que nos acompañan desde siempre. La verdad que nos dan una mano en poder transmitir todo esto que hacemos desde territorio para el resto de la gente, que la gente se entere también desde su casa lo que está pasando, porque esto nos impacta a todos como sociedad. Así que te agradezco el acompañamiento de siempre y la oportunidad, el espacio para poder contarles al resto de la gente lo que está pasando en Iberá, en Impenetrable, y bueno, en otros lugares también que estamos trabajando.
—Y para hablar de impacto de la sociedad… si no será un impacto mayúsculo. Recuerdo también cuando se presentaba el proyecto Yurumí, apuntábamos a una hormiga y decíamos: desde acá comienza todo. Y ahí está, el yaguareté lo tenemos en imágenes. Y bueno, sobre el corredor, agradezco la noticia. Vamos a seguir informando. Tenemos también una entrevista pendiente con Mane y un abrazo grande para ella.
—Dale, cómo no. Sí, tenemos ahí un montón de… tenemos un staff, un equipo de gente súper valiosa. La verdad que todo lo que se hace en Rewilding es gracias al equipo que tenemos, sobre todo en territorio, que dejan su vida para salvar yaguaretés, guacamayos y todo Iberá. Así que, buenísimo. Se pueden seguir las entrevistas también con los chicos de territorio, que tienen mucho para aportar. Y bueno, yo a disposición como siempre.
—Muchas gracias, Marisi. Agradecemos profundamente a Marisi López por compartir con nosotros su visión y arduo trabajo desde Rewilding Argentina. Llevan adelante en Iberá y en El Impenetrable su compromiso con la conservación y la restauración de estos ecosistemas. Es una inspiración para todos aquellos que creemos en la importancia de proteger nuestro patrimonio natural. El impacto de sus esfuerzos no solo transforma la biodiversidad, sino que también tiene un efecto positivo en las comunidades y en el futuro de nuestro país. Sin duda, proyectos como este son fundamentales para avanzar hacia un mundo más sostenible y consciente de los retos que enfrenta el medioambiente. Gracias nuevamente por tu tiempo, tu dedicación, Marisi, por permitirnos conocer más de cerca el invaluable trabajo que realizan. Y hasta la próxima.
—Muchas gracias, hasta la próxima.