El viceintendente de Corrientes, Emilio Lanari, compartió un balance de su gestión junto a Eduardo Tassano en una entrevista con Rubén Duarte, en “Una Palabra” por LT7 AM 900, FM 95.3 CAPITAL, INFO D RADIO 106.3 y la Red Guaraní de Medios Audiovisuales

Lanari destacó los logros alcanzados durante los últimos siete años y medio, subrayando el crecimiento sostenido de la ciudad pese a un contexto nacional adverso. Remarcó la transformación urbana, con más de 220 plazas intervenidas, una administración ordenada y sin deudas, avances en salud pública municipal, programas de modernización y un enfoque activo en temas sociales como el consumo problemático y la economía popular. Atribuyó gran parte de estos avances a la sintonía entre municipio y provincia.

Lanari defendió la continuidad del modelo de gestión de Vamos Corrientes, señalando que no puede suscribir a un discurso que niegue los logros alcanzados. Reafirmó su respaldo al trabajo conjunto con el gobernador Gustavo Valdés y cuestionó a quienes critican sin reconocer el progreso logrado. También hizo referencia a la reciente inauguración del puerto de Ituzaingó como uno de los hitos estructurales más importantes en la historia de Corrientes, y subrayó que el camino hacia el crecimiento incluye planificación, articulación y responsabilidad fiscal, en especial ante la reducción de recursos por la caída de la coparticipación nacional.

En materia de salud, Lanari habló sobre el proyecto del hospital oncológico y la necesidad de una planificación integral ante el envejecimiento de la población. Reflexionó sobre la crisis del sistema previsional y sanitario, remarcando que Argentina aún conserva redes familiares que sostienen a los adultos mayores, a diferencia de sociedades más individualistas. Finalmente, expresó su preocupación por la pérdida de control en áreas sensibles como la distribución de medicamentos y el rol debilitado del Estado nacional para garantizar calidad y seguridad. Defendió el rol de las obras sociales provinciales y pidió más regulación y responsabilidad sanitaria a nivel federal.

—Está sentado a la mesa de “Una palabra” el doctor Emilio Lanari, viceintendente de la ciudad de Corrientes, integrante del frente oficialista Vamos Corrientes. ¿Cómo te va, Emilio?

—¿Qué tal,¿Cómo andamos? 

—Bueno, por un lado, vamos al plano institucional. Te faltan seis meses para concluir tu mandato como vice.Estos casi ocho años estuviste soldado a Eduardo Tassano. Soldado porque estaban siempre juntos y también actuaste como un verdadero soldado, digamos, ¿no? Te lo pregunto con anticipación, pero como que casi todo está hecho. ¿Qué balance hacés de estos siete años y medio donde se trabajó muchísimo?

—Mirá, yo vuelvo a decir: para mí fueron siete años muy, muy productivos. Hay que recordar algunas cosas. Mi balance, por supuesto, es altamente positivo. Tenés que pensar en todos los momentos que atravesó el mundo y el país. Pandemia, situación económica con Macri, situación económica con Alberto Fernández, el deterioro de la situación social. Y Corrientes creció. Corrientes hoy está hermosa. Corrientes es otra cosa. Es absolutamente distinta la Corrientes que nosotros recibimos. Un primer año, unos primeros seis meses que nos costó arrancar. No teníamos ni un papel. Había lugares donde no habían dejado una computadora. Realmente no hablo mal de la gestión de Fabián porque fue una buena gestión, pero sí de cómo recibimos la municipalidad: sin información. Hubo que comenzar desde cero, cosa que no va a pasar ahora. Cuando le dejemos a las próximas autoridades, del signo que sea, van a tener una ciudad absolutamente ordenada, sin deuda, sin empréstitos, pagando los que se han tomado en deudas anteriores, que a mí mismo me tocó ratificar cuando fui concejal. Una deuda adquirida hace unos veinte años con un banco de Santa Fe que desapareció. Teníamos una caja municipal quebrada, hoy está funcionando. Deudas por montos millonarios con acreedores porque eso se había convertido en una casa de préstamos. Con trabajadores municipales que no sabían cuándo cobraban, cómo cobraban, y que tenían que hacer fila para cobrar en efectivo. Esa realidad ha cambiado. Salís y paseás por la costanera, o ayer estuve a la tardecita en un acto que no fue un acto, en realidad fue una actividad desarrollada por la municipalidad para concientizar sobre el consumo de sustancias problemáticas, en la Plaza Libertad. La plaza hermosísima, llena de gente, trabajando en ejes que no se habían trabajado nunca en la ciudad, como es modernización, consumo problemático, despapelización, todo lo que tiene que ver con plazas. Recibimos 80 plazas, dejamos 220 intervenidas y, a veces, algunas lamentablemente reintervenidas. Un empleado municipal que por supuesto necesita cada vez más empoderamiento en lo económico, pero tiene estabilidad, tiene un trabajo en conjunto entre municipio y gremio que ha permitido avances racionales en forma permanente. Tienen concursos abiertos para acceder a planta y para acceder a cargos jerárquicos. Bueno, yo creo que eso significa toda una innovación. Ahora, por supuesto, si yo digo, en este caso, no podés ver el vaso medio lleno o el vaso medio vacío. Acá tenés que decir: tenés un vaso tres cuartos lleno y un cuarto vacío.

—Le ganaste a la mitad.

—Le gané, le ganamos a la mitad, trabajando juntos con un gabinete súper joven, con muchas inquietudes. Destaco, por ejemplo, lo que es Cuqui en modernización, en trabajo. Lo que hizo Alejandro Cristiá, conectándonos con las organizaciones internacionales de cuidado del medio ambiente y con los chicos jóvenes que están en capacitación, empleo. Más de 100 hicieron trabajo de concientización en lo que tiene que ver con computadoras y programación. La municipalidad se ocupó, salió de la rutina municipal de pintar los cordones, poner los focos y cortar el pasto, y dio un paso mucho más adelante. Entonces, ese trabajo se hizo y hay que decirlo. Cuando hay un trabajo en conjunto, una coordinación de esfuerzos entre municipalidad y gobierno provincial. Los ingresos municipales no alcanzan para hacer la dimensión de obras y la transformación que sufrió la ciudad de Corrientes. Para eso se necesita un trabajo en conjunto entre provincia y municipio. Y eso tiene que entender la gente para las próximas elecciones. Porque acá la sintonía entre Gustavo Valdés y Eduardo Tassano, entre los equipos provinciales y los equipos municipales, esa sintonía que fue en todas las áreas, no solamente las cabezas, eso permitió esto de Corrientes hoy. Permitió esto de Corrientes. Que, si querés, con cualquiera discuto del cuarto que queda. No tengo ningún problema. Pero mirá lo que hicimos desde aquel momento hasta lo que tenemos hoy: cientos de cuadras pavimentadas, cientos de cuadras enripiadas, cientos de cuadras con cordón cuneta, cloaca, cloaca social hecha por la municipalidad, absolutamente accesible para los vecinos. Un trabajo en las inundaciones que, por supuesto, falta y es permanente, pero que se está trabajando y preparando la ciudad para el cambio climático. Ahora tenemos en Santa Catalina todo ese espacio verde, un impulso generado por la propia gente, y yo creo que el futuro que le dejamos a los correntinos si seguimos en esta línea de trabajo es excepcional.

“No podés decir que está todo mal después de siete años de gestión”

—La vista aérea que se tiene de Santa Catalina, como vos decís, un espacio verde enorme, es realmente impactante, ¿no? Un pulmón natural necesario para una ciudad en crecimiento como la nuestra.

—Claro. Hay cosas que guardo en mi corazón y que no me voy a olvidar nunca de la campaña decían dos cosas que me quedaron grabadas, y después una que surgió en la gestión. Primero, que íbamos a ir contra los feriantes, porque nosotros con la economía popular, ¿cómo se llamaba eso?, no íbamos a hacer nada. Fijate lo que son las ferias municipales en todos los barrios de la ciudad, no solamente en el Parque Mitre. Rotando, viendo la cantidad de artesanos, de gente, de monotributistas, de emprendedores, en todas las plazas de la ciudad de Corrientes, trabajando y generando una economía social absolutamente distinta. Primero que nos dijeron que no íbamos a hacer eso. Segundo, que íbamos a destruir el proyecto de Santa Catalina, que nuestra visión no existía fuera de las cuatro avenidas. Mirá, te digo hoy, cuando vos mirás Santa Catalina entre las inversiones privadas, las del gobierno con INVICO, más de 650 casas puestas en distintos barrios, la reserva, la pavimentación, cuando termine la de Mimi Flores, la construcción del acceso por la avenida Santa Catalina… Vos decís: “Muchachos, ¿de qué me hablan?” Otros decían: “Son médicos, pero van a destruir la atención de la salud porque están en el hospital y en el Instituto de Cardiología”. Y la salud pública municipal está reconocida. Está reconocida. Entonces decís: “Sí, no tenés todo. Yo sé todos los déficits, pero sé lo que tenía antes, sé lo que tengo ahora y el camino abierto para el futuro”.

“La clave fue la sintonía entre Tassano y Valdés”

—Emilio, estás acompañando prácticamente toda la salida del gobernador Gustavo Valdés, tanto en la capital como en el interior provincial. Esta semana tuvimos un hecho que realmente es muy importante: la inauguración del puerto nuevo en Ituzaingó.

—Sí. Mirá, yo le decía a unos periodistas que me entrevistaron esta cosa: creo que si uno mira los hitos de Corrientes, los hitos que marcaron a Corrientes en los últimos 120, 130 años, quizás más, que marcaron a Corrientes en el siglo pasado y ahora, te los puedo mencionar porque son poquititos: universidad, aeropuerto, Cambá Punta, el puente y este primer puerto. Y hecho histórico. Una costanera, un hospital, más escuelas forman parte de una rutina del gobierno, pero obras transformadoras definitivas de la realidad de Corrientes son esas cuatro. No sé, realmente no sé si hay algo más. Pero fuera de esas, son las que marcaron un antes y un después en Corrientes.

—¿Qué expectativas tenés para este año electoral? ¿O qué te gustaría hacer? Porque creo que vas a seguir en la función pública.

—Bueno, la verdad es que lo primero que pretendo es entender por qué adopté esta situación que te la esbocé en los minutos antes: el trabajo en conjunto entre gobierno provincial y municipal, del cual yo soy parte junto con Eduardo. Primera fórmula reelecta en la historia de Corrientes y con un porcentaje de aceptación, aún hoy, después de siete años, altísimo. Reelectos con un porcentaje altísimo de confianza de la gente en nuestra gestión. Y yo, de golpe y porrazo, voy a decir: “Está todo mal” y voy a hablar únicamente del cuarto vacío o del décimo vacío. Imposible. Mi gestión termina el 10 de diciembre porque la gente me eligió hasta el 10 de diciembre. Y si hay una línea partidaria que me dice que todo está mal, que después de muchos años de trabajar dicen que todo está mal, yo no puedo aceptar esa línea. Porque sería un falso, al decir que estuve prácticamente 19 años y medio formando parte de la gestión y en los últimos seis meses, o desde febrero, está todo mal. ¿Pero qué nos está pasando ahora? Vos me decís, Rubén, con toda tranquilidad, como te dije: del vaso, un cuarto vacío. ¿Hay cosas para arreglar? Sí. ¿Hay cosas para transformar? Sí. ¿Hay situaciones que tenemos que cuidar? Sí. Me estoy refiriendo a empleados de salud, a empleados municipales. Lo sabemos. En un contexto actual redifícil. Porque Milei… Milei, todo bien, pero las provincias prácticamente perdieron una copa, una coparticipación en seis meses. ¿Y sabés lo que significa eso? Y poder decir, como le decía el otro día a un grupo de empleados municipales con los que tenía una charla muy amena: “Muchachos, el esfuerzo de pagar aguinaldo y de sueldo con una coparticipación menos es muy difícil en una economía estabilizada pero retraída”. Estabilizada pero retraída. Es muy difícil. Y eso se tiene que valorar. Y eso tiene que generar conciencia. Porque la estabilidad significa un paso, pero después hay que crecer. Entonces, ¿dónde creo yo que hay que hacer la reforma y dónde creo que tenemos el plan de crecimiento? Yo creo que lo tenemos en Vamos Corrientes, en ese camino que en la gobernación trazó Gustavo Valdés y en el municipio Eduardo Tassano, trabajando en conjunto.

“El hospital oncológico es un proyecto a futuro fundamental”

—Hablame del hospital oncológico.

—Bueno, yo creo que el hospital oncológico es un proyecto a futuro sumamente significativo.

—¿De cuánto tiempo estamos hablando?

—Bueno, yo la verdad es que no tengo una estimación precisa, porque tiene una complejidad muy grande. Hoy tenemos que pensar que no hay especialidades monovalentes o hospitales monovalentes exclusivos. Hay, si vos me decís, el Fleming, por ejemplo, o Fundaleu. Pero también está el Austral, que es polivalente y tiene excelente oncología y hematología; el Británico también. El Fleming es más para neurología, pero tiene todo un contexto de trabajo clínico. Entonces, esta primera etapa implica poner en funcionamiento equipamiento que no existía en Corrientes ni en el noreste. Yo creo que esa primera etapa, que es la fundamental y para la cual se dio el primer paso, es esta. Después vendrán los consultorios externos. Después vendrá armar equipos nuevos, porque hay que crecer, pero no desarmar lo que está bien. El hospital Vidal tiene un servicio de oncología y cirugía oncológica de excelencia. Puede ir el banco de drogas allá, el banco provincial de drogas puede ir allá. Puede ir con consultorios externos, puede ir con cirugía para concientizar a la gente y a la población de lo que viene. Consultorios externos, la primera etapa. Después necesitamos todo un equipo atrás y una reestructuración. Hoy en principio están dadas las capacidades, pero no están presupuestadas ni implementadas. Eso tiene que ver con la coordinación de lo que es internación. Porque cuando tenés internación oncológica, necesitás quirófanos también, hasta para poner un catéter. Después necesitás atender eventuales complicaciones, desde una obstrucción de sonda vesical hasta una neumonía. Necesitás terapia intensiva, necesitás infectología, clínica, diabetes, cardiología… toda una serie de especialidades que se adjuntan al tratamiento oncológico. Fijate que hoy hay especialistas en cardiooncología. O sea, los medicamentos para tratamientos oncológicos, ¿qué le hacen al corazón de alguna manera? ¿Cuáles son los efectos? Los neumonólogos cada día aprenden más sobre los efectos secundarios de algunas drogas nuevas. Algunas de las drogas ultranuevas producen trastornos neurológicos e infectológicos que hasta ahora nunca tuvimos. Llámese anticuerpos bien específicos, que es lo que se viene en la próxima generación del tratamiento médico. Todo eso hay que considerarlo. Entonces, lo más importante en el área de salud es planificación. Tenemos otro tema en salud, que son los pacientes crónicos: crónicos respiratorios que han quedado con secuelas, crónicos con enfermedades hepáticas, crónicos con enfermedades oncohematológicas u oncológicas. A todos ellos tenemos que darles respuesta. Y una situación más que se vive —y que en nuestro país también está pasando, que tenemos que verla con mucha preocupación— es que vos, en lugar de tener una pirámide de crecimiento, estás llevando una pirámide invertida. Cada vez hay mayor población adulta, adulta mayor, que vive mucho más, con mejor calidad, pero también con más comorbilidades, que demanda mucha más atención. Y una población joven que cada vez se achica más, porque las familias quieren tener un hijo, dos hijos. Y eso tiene un impacto en la vida. Mirá, ayer alguien puso en el grupo de los 50 años del Colegio Nacional —que fue para nosotros el año pasado—: “geriátrico del 2050”. Y todos los viejitos caminando solos. Parecían zombis, todos los viejitos… una caricatura de lo que podría ser. ¿Por qué? Porque la población joven es cada vez menor.

“La familia sigue siendo nuestro gran núcleo de contención social”

—¿Por qué sucede esto, según tu mirada?

—Yo creo que tiene miradas filosóficas, como el neomalthusianismo. Tiene miradas geopolíticas, como el desarrollo de población en determinados lugares. Acordate que en China, en un momento, podían tener un solo hijo. Ahora permiten dos, porque se están asustando.

—Tal cual.

—En cambio, tenés países o religiones donde —no quiero entrar en detalle— crece mucho más la población palestina en Francia que la francesa pura, porque tienen otros conceptos de vida, otros conceptos de familia. En la India lo mismo: acordate que en un momento se le pagaba a las mujeres para esterilizarlas. Era una cosa que vos decís: “Mirá, esa es la versión setentosa de que el mundo se destruye en el 2000”. ¿Y a quién le pegó más eso? A las sociedades occidentales. Donde la situación del “yo tengo que vivir, tengo que ser feliz, no tengo que tener complicaciones, un hijo provoca problemas, provoca carga”… ese concepto de destrucción de la familia y del yo como centro de toda la figura. Ese “yo y mi felicidad”, que les pasa a los europeos. Y ayer escuchaba un pedacito, no más, que viene aparte de todo esto. Qué tal lo que dijo Manes. Lo escuché muy poquitito, no comparto políticamente los conceptos de Manes, pero hay algunas cosas que dice que son interesantes. Yo creo que los latinos, y hay libros que escriben sobre eso, tenemos una gran ventaja. El problema es la soledad: la soledad de las personas jóvenes, de los adultos solitarios o de las parejas que han envejecido sin hijos. El tema es la soledad. Y, en cambio, en Argentina todavía, y en Latinoamérica, tenemos algo salvador, que muchas veces no cuidamos adecuadamente: la familia. La familia como núcleo contenedor y eje de toda la construcción social. Eso es algo muy distinto. Nos separa de los nórdicos y los anglosajones. Y nosotros, los latinos y los sudamericanos, tenemos como eje la familia: la familia chica y la familia grande, unida, con problemas o sin problemas, con todos los despoles de la familia grande. Eso nos contiene y nos cuida.

—Emilio, vamos al otro extremo de la vida. Hablamos de los chicos. Vamos a hablar puntualmente de quiénes somos la tercera edad. Porque yo ingresé hace algunos días: cumplí 65, así que bueno, estoy en la tercera edad. Por diversos aspectos, vos te das cuenta de que estás en la tercera edad. Uno de ellos es que la prepaga me aumentó el 80 %, ¿no? Bueno, ¿qué pasa con nuestros adultos mayores? ¿No los valoramos? ¿No los tenemos en cuenta? ¿No los escuchamos?

—Yo vuelvo, vuelvo, vuelvo acá al eje. Mirá, hay libros muy interesantes que hablan de la felicidad y todo eso. Sigo diciendo que la gran defensa que tenemos es la familia.

—Mmm.

—Y la familia se comporta con todo. A veces hay familias que son excelentes, pero la necesidad de doble trabajo, triple trabajo, hace que no se pueda cuidar a los adultos mayores como uno quisiera. Pero no hay abandono. No hay abandono, no hay soledad. Podrá haber casos puntuales. Nosotros tenemos un problema grave, y es que nunca valoramos las cosas buenas que tenemos, me parece. Nosotros teníamos un sistema de seguridad social para la jubilación que era espectacular. Un servicio de atención como el PAMI, que es muy bueno…

—Mmm.

—Discutiremos si los medicamentos eran muy buenos o no, pero ¿qué nos dedicamos a hacer? Le pusimos cinco millones de agentes sin aporte.¿Cuántos serán de esos verdaderos y cuántos son truchos? Nadie se encargó de encararlo.

—Claro.

—Pero sí representa una carga enorme que perjudica enormemente a nuestros abuelos. Entonces, ¿el huevo o la gallina? Algunos necesitaban entrar, sí. Pero ¿necesitábamos cinco millones? Hoy el sistema teclea. ¿Cómo están los jubilados? Recontra mal. ¿De dónde salen los fondos, si tenés una población socialmente deprimida en la base y que va creciendo al final? Hay más mayores que chicos.

—¿Dónde está el problema?

—Entonces, ahí mirás una realidad. Lo mismo con PAMI. Lo mismo con PAMI. Son sistemas que, cuando los comparás con lo que pasa en otros lados del mundo… Nosotros vemos una imagen de los Estados Unidos que es el reflejo de una parte de la sociedad. Si yo comparo a un médico americano con uno argentino, nos colgamos todos en la Plaza de Mayo. Todos los médicos argentinos nos colgamos por lo que gana. Pero en España tienen un límite de ganancia, a menos que seas muy bueno y puedas tener tu consultorio privado. En Inglaterra, lo mismo. En Canadá es un sistema ultrasocialista. Después, pasás a ser adulto mayor, y Canadá te mete en un listado y te dice: “No, esta droga sí, esta no, esta es para los jóvenes, esta no”. ¿Por qué? Porque rompe el presupuesto. Otra vez, los anglosajones con su tema. Entonces, fijate vos que las cosas muy buenas que tenemos, hay que cuidarlas. IOSCOR es muy bueno. Es muy bueno. Un servicio solidario muy bueno, muy bueno. Que no llega a algunos lugares, y hay que mirar las causas por las que no llega. ¿Qué es lo que pasa? ¿Es el IOSCOR? ¿Son los médicos? ¿Son las clínicas? ¿Se puede intentar mejorarlo? Sí. Porque todos los que estamos en la provincia aportamos para eso. El encarecimiento de los medicamentos de alto costo… Nosotros no tenemos, o sea, existe, pero no lo utilizamos, sistemas que te digan la racionalidad de utilizar medicamentos de alto costo en determinados momentos y patologías, como tiene Inglaterra. Inglaterra evalúa: “¿Este medicamento? Sí. Perfecto. ¿Este? Salió anteayer, se aprobó en EE.UU. anteayer. A los seis meses se aprobó en Argentina. Perfecto. Es lo último. Pero para llegar a eso tenés que pasar por estos pasos”. Hoy PAMI en algunas cosas lo está haciendo. IOSCOR lo está haciendo. Pero necesitaríamos más esfuerzos de eso ya a nivel nacional. Vos te imaginás —y creo que lo hemos conversado otras veces— sobre los genéricos y lo que viene. ¿Cuántos muertos hay por fentanilo? Por algún lado, 48. Subió. Sigue subiendo. Sigue subiendo todos los días. Cirugía y se mueren.

—Tal cual.

—Y se muere gente joven, gente productiva. No es como en EE.UU., un adicto. Acá se murió gente joven o adultos que entraron en un procedimiento menor y se murieron por culpa de una droga que estaba mal.

—Sí, sí.

—¿Y quién tiene la culpa?

—La palabra es: adulterada.

—Adulterada. No sé. Complicada.¿Quién controla adecuadamente? El Anmat. No hay control de calidad como corresponde. No controla adecuadamente. Autoriza, pero no controla. Entonces, eso, que no lo puede hacer la provincia —hoy no tiene capacidad de montar eso— tiene que referirse a parámetros nacionales. Y ahí es donde el Estado, tan vilipendiado hoy, tiene que estar presente para cuidarnos.

—Emilio, gracias por visitarnos. Nos vemos pronto.

—Gracias, Rubén. Un sábado hermoso. Acá afuera hace un poco de frío, pero muchas gracias. Creo que fue muy ameno charlar con vos, como siempre.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *